La AEA justifica su petición por considerar "lesivos para la segurdad vial algunos aspectos de la reforma propuesta, quedando otros, sin embargo, sin una adecuada regulación legal".

Entre los primeros, la asociación considera inadecuada la "permisividad" que se pretende respecto del uso del teléfono móvil mientras se conduce o estando parado en el arcén, así como la prohibición de instalar sistemas y tecnologías en los vehículos que, si bien podrían detectar radares de vigilancia, también permiten otros usos muy positivos para la seguridad vial, como la detección deobstáculos en la carreterra.

Igualmente, la AEA considera desafortunada la nueva regulación de la responsabilidad de los padres respecto de las infracciones cometidas por sus hijos menores, o de los propietarios de los vehículos cuando la Administración no pueda notificar las denuncias a los conductores identificados por aquéllos, que podría ser contraria a la Constitución.

En cuanto a ausencias de esta reforma legislativa, la asociación echa en falta una adecuada regulación legal que permita la tilización de datos de carácter personal relativos a las condiciones psicofísicas de los conductores, con el fin de reducir el riesgo que supone la conducción de vehículos por personas no aptas para ello, o el establecimiento de progrmas formativos y de reinserción para conductores adictos al alcohol o las drogas.