En su libro "Cómo acabar con las multas", Miguel María Muñoz advierte de la picaresca de algunas consultorías que prometen acabar con las multas de tráfico, cuando lo que en realidad hacen es cobrar unos honorarios por redactar unos escritos que sólo pretenden retrasar las resoluciones, metiendo al ingenuo conductor en un pleito que no se esperaba. "No pierda tiempo y dinero con actuaciones puramente dilatorias", afira en el libro.

Arnaldo señaló que cuando la Administración pone multas tan numerosas y cuantiosas, en vez de hacerlo de forma selectiva y con menos trámites burocráticos, el conductor sancionado tiende a utilizar todos los mecanismos a su alcance, tenga o no razón, para dilatar el procedimiento administrativo y no pagarla.

"Se debe ir selectivamente contra el infractor peligroso", dijo Arnaldo, para quien el número y la cuantía de las multas no reeducan a los conductores. "Resulta más reeducador na llamada de atención por parte de un agente que una multa que llega después de haber cometido la infracción".

El director general de AEA aconsejó a los conductores que se vean con una multa entre las manos que se asesoren bien de sus derechos y que acudan a expertos, no a aquellos que les garantizan un resultado favorable.