EL AUTOMOVIL SE HA COBRADO EN ESPAA MAS DE 200.000 VIDAS HUMANAS DESDE SU APARICION, SEGUN UN ESTUDIO DEL CIP
- Concluye que el Plan Director de Infraestructuras "no es realizable"
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Desde su aparición a comienzos de siglo, el automóvil se ha cobrado en España más de 200.000 vidas humanas, y ha dejado malheridas a más de 3,5 millones de personas, según el estudio "La estabilización ecológica del transporte en España" incluido en la edición española del informe "La situación del mundo. 1994" del Wordwatch Institute.
Como es habitual, el Centro de Investigaciones para la Paz (CIP) ha colaborado en la edición española y el estudio sobre la situación del transporte que incluye, realizado por Antonio Estevan y Alfonso Sanz.
Los autores estiman que antes de que finalice el siglo, más de un cuarto de millón de personas habrán muerto prematuramente en las calles y carreteras del país y añaden que entre el 60 y el 80 por ciento de las minusvalías tienen su origen en accidentes de tráfico.
"En spaña", indica el estudio, "el número de peatones muertos en accidentes de tráfico está prácticamente estabilizado desde los años sesenta (entre 1.200 y 1.300 al año), y muestra una cierta tendencia a la baja en los últimos años".
El descenso del número de este tipo de accidentes vendría motivado, no tanto por la disminución del peligro que entraña el uso masivo de automóvil como por el cambio de hábitos sociales por parte de los sectores más vulnerables (peatones, residentes y ciclistas), que tiendena eludir las vías de tráfico y a tomar mayores precauciones.
El informe expone el impacto social, económico y ecológico que provoca el sistema y la política de transportes que se ha desarrollado en España durante los últimos años.
Esta política ha motivado que en los últimos 20 años, el tráfico por carretera se haya triplicado en España, el áereo se ha multiplicado por cuatro y el ferroviario ha permanecido estancado. Según el estudio, el crecimiento del transporte es sustancialmente más rápido qe el crecimiento general de la economía.
Estos factores hacen que en nuestro país, la mitad de la energía final consumida se destine directa o indirectamente a la producción de transporte. Dentro del sector, los turismos son los que presentan menor eficiencia energética, situándose incluso por debajo del avión.
IMPACTOS AMBIENTALES
El importante crecimiento que ha experimentado el tráfico terrestre y aéreo también ha provocado impactos ambientales significativos. Este sector es el principal resonsable de las emisiones de CO2, de óxidos de azufre y nitrógeno y de compuestos volátiles.
La OCDE estima que las actividades del transporte en España ocasionaron en 1991 la emisión de 82,9 toneladas de CO2, principal causante del cambio climático.
Además, el hecho de que seamos uno de los países industrializados más ruidosos se debe en parte al tráfico, ya que el 23 por ciento de la población está expuesta a niveles sonoros originados por este motivo superiores a 65 decibelios, límite de toleracia ambiental habitualmente aceptado para el ruido.
Los autores creen que esta situación no sólo no variará con el Plan Director de Infraestructuras (PDI) diseñado por el Gobierno, sino que empeorará. Si las previsiones de inversión del PDI y de los planes autonómicos se cumplen, existirán en el año 2000 unos 10.000 kilómetros de autovías, autopistas y carreteras de doble calzada.
Sin embargo, el pormenorizado análisis que el informe realiza del PDI concluye que "no es realizable", porque "los esenarios de crecimiento sostenido sobre los que se apoya distan mucho de estar asegurados" y además "es dudoso que el país esté en disposición de aportar al sistema de transportes las ingentes cantidades de recursos y sacrificios de todo tipo que requiere el proyecto".
El estudio de la situación del transporte en España incluido en el último informe anual del Worldwatch Institute afirma que cuando el Gobierno expone las previsiones de inversión del PDI pasan inadvertidas las cargas de tipo financiero qe se adquieren y los gastos de mantenimiento que requerirán las nuevas redes de transporte, que el estudio estima se aproximarán a los 300.000 millones de pesetas anuales.
ALTERNATIVA AL PDI
Respecto al ferrocarril, augura que la concentración de los recursos de inversión en las nuevas líneas de alta velocidad previstas acabará a medio plazo con la viabilidad del ferrocarril de largo recorrido en la mayor parte del país.
Como alternativa al modelo de transporte que defiende el PDI, los autores roponen la "urgente desmitificación del automóvil privado", en beneficio del transporte colectivo.
Para conseguirlo, consideran necesario ejecutar un plan de infraestructuras interurbanas volcado en la recuperación del ferrocarril convencional, que no contemple la creación de nuevas líneas de alta velocidad y que destine los recursos dedicados a las infraestructuras viarias al mantenimiento de las carreteras ya existentes.
Respecto al uso del vehículo privado, recuerdan que existen tecnologías caaces de reducir su impacto, que permiten fabricar coches menos contaminantes y más eficientes.
(SERVIMEDIA)
02 Jun 1994
GJA