En declaraciones a Servimedia, García Lorente advirtió que se trata de “personas muy vulnerables” a las situaciones de emergencia, “como vimos en la covid”.

Confirmó que “por suerte, no tenemos que lamentar la pérdida de ninguna vida de miembros de nuestras asociaciones” y que “tampoco han sufrido daños importantes las instalaciones de nuestras entidades en el territorio”.

Eso sí, “muchas familias de personas con autismo han perdido sus casas, sus vehículos y sus pertenencias”, afirmó.

SIN RUTINAS

García Lorente aventuró que bastantes centros y recursos donde se atiende a personas con TEA están cerrados, inutilizados o destruidos. Todo ello implica “cambios bruscos en las vidas de las personas con autismo”, explicó, que “han perdido de golpe sus rutinas y ahora han de pasar el día entero encerradas en sus casas”.

A esto se suma que muchos llevan días sin ver a sus profesionales de referencia y que, “pasadas dos o tres semanas, empezarán poco a poco a retomar la normalidad y tendrán que adaptarse, otra vez, a una nueva realidad”.

Sin embargo, prosiguió, encontrarán que ciertos centros a los que solían asistir están parcialmente cerrados, que algunos servicios se han reubicado, que les reciben otras personas, que su barrio está muy cambiado… “Demasiado para personas que se caracterizan por la ausencia de flexibilidad mental”, subrayó.

"Todos estos cambios tienen un impacto terrible en ellas”, zanjó García Lorente. De hecho, son varias las familias que han pedido ayuda porque sus hijos están experimentando conductas muy desajustadas durante estos días.

El director de Autismo España valoró que si este sufrimiento afecta a cualquier persona, a alguien con dificultades para regular sus emociones, "tanto cambio le puede desestabilizar de forma considerable”.

APOYO PSICOEDUCATIVO

A su juicio, las personas con TEA y sus familias “son un colectivo muy vulnerable” en casos de catástrofe. "Ya lo vimos durante la pandemia de covid”, recordó, y expresó su temor a que “la vuelta a la normalidad les resulte especialmente difícil”.

Por ello, pidió “reforzar el apoyo psicoeducativo en la fase de reconstrucción” y “no olvidar a estas personas”. “Ahora estamos en el momento de la emergencia”, pero “luego vendrá la etapa de reconstrucción”, advirtió, "en la que ya no habrá foco mediático pero sí muchas necesidades”. Es ahí donde “nuestras familias van a requerir mucho apoyo”, e insistió en la necesidad de que “las personas con TEA mantengan los mismos profesionales de referencia”.

García Lorente informó que Autismo España está en contacto con las entidades de Valencia para tomar nota de sus necesidades y, a partir de ahí, “canalizar los ofrecimientos de ayuda que llegan de las organizaciones de todo el país".

“Nos llaman familias de Vigo, de Cádiz… que quieren colaborar”, declaró, “pero no se trata de enviar a Valencia camiones y camiones de material” que no se puede repartir. De momento, “hacen falta palas, botas de agua y garrafas de agua potable”. Más adelante, cuando pase la emergencia, “será el momento de canalizar las demandas de materiales especializados que nos puedan solicitar”.