En su discurso de clausura de las jornadas que los populares europeos han celebrado ayer y hoy en Madrid sobre el futuro de Europa, Aznar recordó el entusiasmo que generó hace tan sólo diez años la caída del Muro de Berlín.

"Para quienes creemos sobre todo en la dignidad de la persona y en su libre iniciativa", dijo, "la caída del Muro significó mucho". En contraste con esa uforia, "ahora hay riesgos que parecen venir de un pasado superado".

Para Aznar, "la tentación de construir Estados fundados en la superioridad étnica, con exclusión de las minorías civiles, es radicalmente contraria a nuestro programa de acción política". "La democracia", continuó, "está para integrar, como personas iguales en derechos, a quienes pueden tener identidades diversas".

Sin embargo, reconoció que en Europa están surgiendo plataformas políticas que "reeditan los viejos mitos ultranacinalistas, las integridades raciales, el malestar de las culturas, inquietas por la globalización, que sirven para el acceso al poder de líderes populistas y agresivos".

Frente a estos fenómenos, Aznar pidió a los populares europeos que se inspiren en sus orígenes ideológicos y en sus veteranos líderes entre los que citó a Adenauer, Schumman y De Gasperi, porque ellos "supieron acertar con la salida correcta: una Europa abierta y unida en el respeto a la dignidad de todo ser humano".

A su juicio, a razón del surgimiento de los movimientos ultras es "el miedo al futuro", algo que los líderes populares europeos "tenemos la responsabilidad" de combatir al tiempo que crear optimismo y dar vitalidad al proyecto europeo.

Previsiblemente, el PP español, con Aznar a la cabeza, propondrá en la reunión del PPE del próximo jueves la expulsión del Partido Popular austríaco (ÖVP) por haber pactado con los neonazis de Haider.