"Es, sin duda, un triunfo de la justicia que ha sabido encauzar y resolver un procedimiento de gran alcance internacional y mediático por el nivel e importancia de los acusados", explicó la asociación.

Según Ausbanc, la sentencia contiene los mismos razonamientos que públicamente ha expuesto la asociación "en repetidas ocasiones" considerando que no habían razones que justificaran la celebración del juicio, coincidiendo con el fiscal que en cuatro ocasiones había pedido el archivo del caso.

"Las cantidades pagadas como indemnización a José María Amusátegui y Angel Corcóstegui son importantes y, quizás, hasta excesivas, pero no se podían considerar como una acción dolosa de Botín, ya que fueron aprobadas por unanimidad por el consejo de administración del SCH, verificadas por los auditores, aprobadas por los accionistas e incluidas en la memoria del banco", recuerda la asociación.

Finalmente, los usuarios estiman que los pagos millonarios respondían a un criterio de valoración en entidades de la misma dimensión en el panorama internacional y, por otro lado, recuerdan que la fusión del Santander y del BCH provocó una notable revalorización de las acciones del banco por encima del 46% entre enero y abril de 1999.

En concreto, el éxito de la fusión se tradujo en que el beneficio de la nueva entidad en el año 2000 fuera de 375 millones de pesetas, casi el doble de la suma de las ganancias obtenidas en 1998 por el Santander y BCH antes de fusionarse.

"La consecuencia fue un reparto de dividendos que alcanzó los 207.000 millones, muy superior a los 105 millones que los bancos fusionados habían repartido en 1998", concluyó Ausbanc.