Unas 6.000 personas sentadas en largas mesas corridas llenaban desde media mañana una de salas del BEC para celebrar la fiesta de la rosa en forma de gran mitin de campaña ante las elecciones europeas del próximo domingo.

Pero para ninguno de los asistentes era una fiesta de la rosa más, porque por primera vez un presidente de gobierno socialista acompañaba a un lehendakari también socialista, y la escenografía del acto fue por ello también una novedad.

Con música de fondo y como si de un espectáculo se tratara fueron entrando en escena los candidatos, los miembros de la ejecutiva de los socialistas vascos y los consejeros del Gobierno de López.

Pero al llegar la hora de dar la bienvenida a López y a Rodríguez Zapatero, no sonó la música socialista, sino el txistu y el tamboril para acompañar al dantzari encargado de interpretar el aurresku a ambos.

Rodríguez Zapatero no ocultó en su intervención que ver a López como lehendakari es lo más trascendente que ha vivido como presidente del Gobierno y lo más importante que ha contribuido a hacer.

Por su parte, López elogió al presidente por haber "arriesgado" con esa apuesta y por respaldar su proyecto de unir a los vascos.