La presentación del informe estuvo a cargo del defensor del pueblo europeo, Magnus Söderman. Como novedad principal, Söderman señaló el incremeno de la participación ciudadana en este servicio comunitario. Así, en 1998 su equipo atendió 1.372 quejas, frente a 1.181 en 1997 y 842 en 1996.

El número de casos solucionados también aumentó. En 1998 se cerraron 185, 84 más que el año anterior. Además, en un 45% de los casos se llegó a conclusiones satisfactorias, frente al 40% en 1997 y al 35% en 1996.

El defensor del pueblo también habló de mejorar la cooperación con los organismos y figuras análogas a su servicio a nivel nacional. Söderman pdió un procedimiento administrativo "más abierto y eficaz" para tratar las quejas de los ciudadanos europeos, ya que la lentitud perjudica enormemente la solución de problemas relacionados con el medio ambiente, por ejemplo.

Respecto a la corrupción en el seno de la Comisión Europea, el informe de Söderman denuncia el exceso de "jerarquía a la antigua", a la vez que solicita un mejor acceso a los documentos y archivos del Ejecutivo europeo.