Así consta en la ‘Encuesta de centros y servicios de atención a las personas sin hogar’, que divulgó este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el trabajo se pone de manifiesto que el 20% de estos centros atendió exclusivamente a personas migrante sin hogar, el 7,2% a mujeres víctimas de violencia de género y el 72,8% no estaba especializado o atendía a otro segmento de la población.

De los 1,175 centros de atención a personas sin hogar, 914 ofrecieron servicios de alojamiento, 494 servicios de restauración, 400 servicios ocupacionales y/o educativos y 127 realizaron intervenciones en calle.

El 23,7% de los centros eran públicos y el 76,3% privados. En el caso de los especializados en atención a mujeres víctimas de violencia de género, el 61,2% era de titularidad pública y el 38,8% de titularidad privada.

En lo concerniente a los centros focalizados a la atención a inmigrantes, el 8,5% era públicos y el 91,5% privados; mientras que el 21,4% de los que carecen de especialización o se concentran en otra eran de titularidad pública y el 75,9% privada.

A su vez, el 73,1% de los centros atendió indistintamente a hombres y mujeres; mientras que el 13,4% sólo aceptó hombres y el 13,5% a mujeres.

Del mismo modo, el 54,8% de los centros declaró estar orientado prioritariamente hacia alguna situación específica, frente al 51% de 2020. Las situaciones más atendidas fueron las siguientes: ‘Inmigración/solicitud de protección internacional’ (46,7%) y ‘Adicción a otras drogas (no alcohol)’: 17,7%. Las menos frecuentes fueron ‘VIH/Sida’ (2,5%) y ‘Enfermedad de larga duración/dependencia’ (2,8%).

SERVICIOS

Las principales prestaciones que ofrecieron los centros fueron ‘Información y acogida’ (82,8%) y ‘Atención y acompañamiento social’ (76,5%). Por el contrario, las orientadas a la inserción social de los usuarios, como ‘Taller de inserción’ (16,4%), ‘Taller ocupacional’ (16,8%), ‘Atención jurídica’ (33,7%) o ‘Atención psicológica’ (41,7%), tuvieron menor oferta en estos centros.

Un total de 494 centros que ofrecieron servicios de restauración (desayunos, comidas, cenas, bocadillos, bebidas calientes) en 2022, lo que representó el 55,2% del total y un 4% más que en 2020.

De media al día sirvieron 14.592 desayunos, 22.773 comidas y 14.014 cenas. Estas cifras representan un total de 51.379 servicios diarios, un 10,5% más que en 2020.

TRABAJADORES

Por su parte, el número medio de personas que trabajaron en 2022 en los centros de atención a personas sin hogar fue de 19.967, de los cuales el 43% desempeñaron sus funciones a tiempo completo y el 57% a tiempo parcial.

Por su vinculación laboral, el 49,5% de los trabajadores era asalariado, el 44,6% voluntario y el 5,9% tenía otro tipo de vinculación (personal subcontratado, estudiante en prácticas o religioso).

Teniendo en cuenta simultáneamente el tipo de vinculación laboral y la dedicación, la mayor parte de los recursos humanos de los centros estuvo constituida por personal voluntario a tiempo parcial (41,2% del total) y por asalariados a tiempo completo (36,3%).

El 83,8% de los centros se financiaron única o predominantemente por las Administraciones Públicas. Por su parte, el 8,9% lo hizo en su mayor parte con fondos propios, el 3,2% con fondos procedentes de instituciones privadas sin fines lucrativos, el 2,6% con donaciones particulares y el 0,4% por empresas. El 1,1% restante no tuvo una fuente de financiación predominante.

CAPACIDAD

Un total de 914 centros ofrecieron alojamiento en 2022, un 15,4% más que en 2020. La capacidad media de la red de alojamiento fue de 26.690 plazas diarias. Un 35,8% fueron de titularidad pública y un 64,2% privada.

El número medio diario de plazas ocupadas por mayores de 18 años fue de 21.684, lo que supuso una ocupación media del 81,2%. De estas plazas, el 32,8% estuvieron ocupadas por mujeres.

En el mes de junio se ofertaron 25.353 plazas de alojamiento diario, de las que se ocuparon el 83,1%. Por su parte, en diciembre la oferta fue de 28.026 plazas, llegándose a ocupar el 79,6%.

Cabe destacar que el levantamiento de las restricciones de aforo impuestas por la pandemia y la afluencia de personas desplazadas por el conflicto en Ucrania provocaron el aumento del número de plazas de alojamiento disponibles, especialmente en el periodo invernal.

Por tipo de alojamiento, en pisos o apartamentos se alojaron 7.921 personas de media (2.887 mujeres) y en centros colectivos 13.763 (4.219 mujeres).

En lo concerniente al equipamiento, el 49,3% de los centros colectivos disponía de habitaciones individuales y el 19,7% de habitaciones destinadas a familias.

En el 98,6% de estos centros se podían recargar aparatos electrónicos; en el 85,1% se podía recibir correspondencia; en el 84,2% se podían recibir llamadas telefónicas; en el 83,3% la persona colaboraba en las tareas del centro; en el 77,3% se podían empadronar; el 62,8% tenía instalaciones adaptadas a personas con movilidad reducida; en el 50,2% podían recibir visitas; y al 14% se podía acudir acompañado de alguna mascota.

Por último, a los programas ‘Housing First' y 'Housing Led’ se destinaron 660 viviendas (un mismo centro puede tener varias viviendas asignadas a estas iniciativas) durante el periodo estival, un 47% más que durante el periodo del confinamiento general a toda la población a causa de la pandemia en 2020.

Estas viviendas fueron ocupadas por 858 personas, de las que 282 eran mujeres. En diciembre se destinaron 671 viviendas (un 56,8% más que en diciembre de 2020), que fueron ocupadas por 969 personas, de las que 348 eran mujeres.