De acuerdo con esta investigación, doce millones de personas residentes en el Reino Unido vivían en la pobreza en el año 2003, lo que representa un descenso de dos millones con respecto al dato más elevado, que se registraba a comienzos de la década de los noventa, según "The Guardian".

Sin embargo, la proporción de personas con discapacidad que se encuentran en esa situación es mayor en la actualidad que hace diez años. Además, las probabilidades de este colectivo de encontrarse entre los más desfavorecidos económicamente superan las de los jubilados y duplican las de los adultos sin discapacidad.

Los investigadores destacan que una persona con discapacidad, cualquiera que sea su nivel de estudios, tiene el triple de posibilidades de estar en el paro que otra sin discapacidad con cualificación similar.

Unos 800.000 discapacitados británicos de edades comprendidas entre los 25 años y la edad de jubilación carecen de ingresos derivados de la actividad de laboral, a pesar de que estarían dispuestos a trabajar. Sin embargo, sólo 200.000 estarían desempleados según las estadísticas oficiales.

El informe subraya que las políticas del Gobierno para la lucha contra la pobreza han logrado reducir el índice de pensionistas y niños que viven en hogares con ingresos por debajo del 60% del salario medio, pero no han conseguido mejorar la situación de los adultos con discapacidad en edad de trabajar o de las personas sin hijos.

El umbral de pobreza para 2003 se estableció en unos ingresos mensuales inferiores a 592 euros para un adulto soltero, 1.065 euros para una familia monoparental con dos hijos y 1.539 euros para una pareja con dos hijos.