Así, las aseguradoras cuentan con un número de auditores interno reducido, entre uno y tres profesionales, que proceden normalmente del departamento de administración o de siniestros.

Los auditores no dedican más de 60 ó 80 horas anuales a su formación, dato que según Ernst & Young es sorprendente si se tiene en cuenta el gran número de novedades legislativas que se producen en el sector. La encuest también ha revelado deficiencias en la organización de los departamentos de auditoría.

Casi el 20% de estos departamentos no elabora un plan de actuación, más de un tercio no dispone de un manual de organización y procedimientos y un 38% no elabora un informe anual sobre su función.

Estas revelaciones contrastan con el hecho de que el 85% de las empresas encuestadas reconoce que las auditorías internas son "importantes o muy importantes" para la mejora de la gestión empresarial.