Según han confirmado los administradores de Uniland a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el desfase contable se debe a que los auditores han reflejado en el balance unos costes financieros 55 millones de pesetas superiores a los que habían computado los gestores de la cementera, y una reducción de 48 millones de pesetas en los resultados extraordinarios positivos.

Como consecuencia de estos cambios en la cuenta de resultados de la epresa, las pérdidas del ejercicio 1992 ascienden a 202 millones de pesetas. Los ingresos del grupo consolidado fueron de 16.055 millones de pesetas y los gastos de explotación de 13.394 millones, lo que arroja un resultado operativo de 2.661 millones.

Durante el pasado año, Uniland acusó la importante pérdida de ventas del sector como consecuencia de la parálisis constructora registrada en España, lo que hizo pasar el resultado neto de explotación de 2.995 millones de pesetas en 1991 a 928 en 1992. Lo ingresos financieros fueron de 492 millones y el dinero destinado a equilibrar las cuentas ascendió a 2.147 millones, lo que arroja un resultado ordinario negativo de 727 millones.

Sólo unos resultados extraordinarios de 533 millones de pesetas permitieron paliar, aunque no en su totalidad, las pérdidas de la empresa, que no recibieron en excaso la influencia de las caídas de precios.

El descenso de ventas 31,77 por cien, afectó tanto al mercado interior, donde se pasó de 1,7 a 1,2 millones de tneladas, como a las exportaciones que se situaron en 40.513 toneladas, frente a las 45.656 registradas en el año anterior.

El empleo mantenido por el grupo cementero en 1992 fue de 609 personas, aunque la constante caída de la demanda en los primeros meses de 1993 ha empujado a la dirección a presentar un expediente de regulación de empleo para 76 trabajadores de la factoría de Vallcarca (Huesca), y que ahora están negociando con el comité de empresa.

Además, los responsables del grupo cementero stiman que el destino final de la factoría dependerá de como evolucione la demanda del mercado de cementos nacional y exterior, por lo que no descartan su venta. Los responsables de Uniland valoran esta fábrica a 31 de diciembre en 1.552 millones de pesetas.