Asimismo, el fallo judicial obliga al acusado a abonar a la familia de la víctima una indemnización por valor de 20 millones de pesetas, informaron hoy a Servimedia fuentes judiciales.

El fiscal había solictado una pena de 43 años de cárcel para el acusado acusado del asesinato y posterior violación de la joven Patricia Marí, natural de Ibiza, en un suceso que ocurrió en la noche del día 10 de abril de 1993 poco después de que víctima abandonara una conocida discoteca de la capital pitiusa.

El cuerpo de la víctima apareció entre unos matorrales, en una zona próxima al citado local nocturno. Mientras que el acusado se declaró culpable del homicidio, lo cual hizo -dijo- asfixiándola con sus propias manos,aunque negó en todo momento haber cometido prácticas necrofílicas, posteriores al asesinato.

Mientras que su defensa solicitó nueve años de cárcel para su cliente, alegando homicidio y no asesinato, el ministerio fiscal y la acusación particular reclamaron penas que suman en total más de 50 años de prisión por los delitos de asesinato y violación.

Los informes psiquiátricos encargados por la defensa y la acusación particular, respectivamente, en el proceso contra Ull Prats, establecieron el perfi psicótico del acusado: una personalidad situada en la frontera entre la psicosis y la neurosis. Ulls Prats ha sido inscrito en el tipo de enfermos perversos, de tendencias sadomasoquistas.