El acceso del personal laboral a las farmacias militares había sido objeto de una demanda del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, para quien esa disposición resultaba contraria a la Ley General de Sanidad y a la Ley del Medicamento.

La Audiencia considera que el personal laboral puede comprar en las farmacias militares, cuyos precios están por debajo de los del mercado, prodctos de perfumería, higiene y drogería, pero no medicinas.

La sentencia señala que el convenio colectivo del personal laboral de dicho ministerio entra en contradicción con una orden ministerial de 1965, en la que se establecía que a las farmacias militares sólo pueden acceder los miembros de las Fuerzas Armadas, los funcionarios civiles del Ministerio de Defensa y sus familiares.

En consecuencia, la sentencia, en virtud del principio de jerarquía normativa, declara nulo el precepto del convenio olectivo del personal laboral del Ministerio de Defensa, salvo en lo que se refiere a la expedición de productos no farmacéuticos.

El juez entiende que las farmacias civiles tienen concedida la exclusiva de la venta de productos propiamente farmacéuticos, pero no la del resto de productos que venden estos establecimientos y que son de libre comercio, como los de droguería, perfumería y dietética.

El convenio del personal laboral que recogía el derecho de este colectivo a comprar en las farmacias ilitares fue suscrito a finales de 1990 por el Ministerio de Defensa y los sindicatos UGT y CCOO. El personal laboral lo forman 37.276 empleados, de los que 18.000 se encuentran en Madrid.