Esta resolución supone un importante revés para las defensas de los imputados por la presunta comisión de 21 delitos de homicidio por imprudencia grave en el hundimiento del barco en aguas de Terranova en febrero de 2022.

El informe es la principal prueba técnica de este caso y se realizó gracias a la inspección realizada con robots submarinos de naufragio. Los recursos fueron presentados por Padín, por la armadora Pesquerías Nores, y por un directivo de la empresa José Antonio Nores, que también esta investigado en la causa.

Las defensas desacreditaron las conclusiones de los peritos judiciales por entender que adolecían de “graves errores técnicos” por falta de experiencia en navegación. Además, la empresa armadora negó haber eludido la inspección de Capitanía antes de zarpar hacia Terranova, y también negó que no se respetasen los descansos reglamentarios a bordo o que no se hiciesen ejercicios de abandono.

Los peritos judiciales concluían que “la causa más probable del hundimiento del buque de pesca ‘Villa de Pitanxo’ fue un error humano del capitán, por la falta de percepción cabal del riesgo de hundimiento que suponía la maniobra que realizó para librar el embarre del aparejo del fondo marino, con la mar y el viento de popa y la tolva de descarga de desperdicios abierta, poniendo en grave riesgo la seguridad del buque y sus tripulantes”.