Además, también será juzgado Jesús María Zabarte Arregui, considerado por el fiscal como autor, por cooperación necesaria, del delito de atentado, pidiendo para él un total de 30 años de cárcel.

Según el representante del ministerio público, en los primeros meses de 1980 Zabarte entregó una nota a los restantes procesados que contenía información sobre el marmolista José Artero Quiles, en la que decía que éste "era confidente de la policía y había que ejecutarlo.

Tras obtener la autorización de la dirección de ETA en Francia para asesinar al marmolista, Martín, Aguirre, Letona y otro miembro del comando acordaron matarlo el 24 de mayo de ese año.

Ese día, tras recoger cuatro pistolas y una metralleta en el domicilio de Aguirre, robaron a punta de pistola un vehículo en Arechavaleta (Guipúzcoa), en el que se dirigieron a la localidad de Escoriaza, donde residía la víctima.

Allí, Letona comprobó que éste se encontraba en el bar que frecuentaba, por l que decidieron esperar su salida en las proximidades del establecimiento.

Cuando Artero abandonó el local y entró en su automóvil, Letona y Martín Robles le dispararon con la pistola y metralleta que portaban, alcanzándole más de nueve impactos de bala que le causaron la muerte instantánea.

Posteriormente, huyeron en el vehículo robado, escondieron las armas en el domicilio de Aguirre y reivindicaron la acción en nombre de ETA mediante una llamada telefónica al diario "Egin"

El fiscal acusatambién a los etarras de utilización ilegítima de vehículo de motor, por lo que pedirá además dos años de privación del permiso de conducir, así como del delito de detención ilegal, al tiempo que solicitará que indemnicen a los herederos de la víctima con 20 millones de pesetas.