Para ello, los miembros de la Sala de Gobierno dispondrán de sendos informes en los que los ponentes designados para este asunto tanto por ese órgano como por la Junta de Jueces de la audiencia sugieren que ea el Consejo General del Poder Judicial el que adopte una decisión.

El pasado mes de febrero, la Junta de Jueces de Bilbao remitió un escrito a la Audiencia Nacional en el que anunciaba que "en lo sucesivo" sólo efectuarían los registros pedidos por los juzgados de la audiencia si en los despachos por los que se les piden que los practiquen "se acredita expresamente que con los recursos del juzgado de guardia central de instrucción y los del turno extraordinario de guardia no se pueden realizar las dligencias que se interesan".

Agregaban que la competencia para realizar dichos registros corresponde a la Audiencia Nacional y que si tenían que dedicarse a practicar esas diligencias, dejaban abandonadas las tareas propias del juzgado de guardia de Bilbao y tenían que habilitar a funcionarios auxiliares.

Este escrito fue consecuencia de otro acuerdo de los secretarios judiciales de esa ciudad, quienes se quejaron de que el juez Baltasar Garzón les hubiese solicitado el pasado 15 de enero 16 entrdas y registros simultáneos, petición que calificaron de "abuso" ya que, a su juicio, suponía que el servicio de guardia del juzgado de Bilbao quedase supeditado íntegramente a la práctica de esas diligencias en detrimento de las propias.

Para el juez Javier Gómez de Liaño, ponente designado por la Junta de Jueces de la Audiencia Nacional, las quejas de los jueces de Bilbao responden a las dudas que en materia de auxilio judicial interno se suscitan por ser todo el territorio nacional el ámbito de cometencia de la Audiencia Nacional.

Por su parte, el ponente de la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional, tras recordar que los jueces de ese tribunal mantienen una relación frecuente con los magistrados del País Vasco, considera que las quejas de los jueces son razonables, por lo que se debe reflexionar sobre su solución definitiva.