El tribunal considera probado en una sentencia hecha pública hoy que los dos terroristas, junto con otro individuo no identificado, robaron a punta de pistola un taxi en Amorebieta (Vizcaya) y colocaron en el maleter un artefacto explosivo compuesto por 20 kilos de amonal y tornillería.

El vehículo disponía de un sistema de iniciación oculto para que no fuese desactivado por los artificieros de la policía y estallase mientras lo desactivaban.

Con el fin de atraer a las fuerzas de seguridad, los dos procesados colocaron un artefacto de escasa potencia en un concesionario de automóviles de Zorroza, mientras el otro individuo estacionó el coche-bomba a escasos metros.

Al poco tiempo, acudieron al lugar varos miembros del equipo de desactivación de explosivos del Cuerpo Nacional de Policía y de la 'Ertzaintza', que comenzaron a manipular el maletero, momento en el que los terroristas activaron la bomba, que causó la muerte en el acto a los policías Manuel Jodar Cabrera y José María Sánchez García, así como al 'ertzaina' Luis Hortelano García.

Además, el tribunal condena a los etarras, para los que el fiscal solicitó 202 años de cárcel, a pagar más de 60 millones de pesetas en indemnizaciones a sus víctias.

También hoy fue difundida otra sentencia por la que la sala condena a cada uno de estos terroristas a 20 años de cárcel como autores de un delito continuado de terrorismo, por colocar varios artefactos explosivos en concesionarios de automóviles de localidades próximas a Bilbao.