De estos delitos fueron víctimas los empleados de un par de establecimientos de ese tipo situados en la calle Seseña (Latina) y en el paseo de Extremadura.

A partir de septiembre del año pasado, comenzaron a llegar denuncias a la comisaría de Los Cármenes relativas a los atracos que sufrieron varios repartidoresde pizzas.

En todos los casos, los autores eran los mismos: dos personas de estatura alta, con un pendiente en la oreja y uno de ellos con el pelo muy negro cortado a cepillo.

Ambos localizaban a un repartidor, lo seguían hasta el inmueble donde iba a entregar el encargo y cuando salía de la finca le robaban el dinero a punta de navaja.

La policía detuvo anteayer a los delincuentes en sus respetivos domicilios. Los dos jóvenes, que tienen un antecedente por un delito contra la propiedad, fueon reconocidos por 17 denunciantes.