La mujer despertó con el estruendo de la explosión del coche-bomba y cuando los cristales de la ventana que hay al lado de su cama saltaron hechos añicos y le cayeron sobre el lecho.

La vecina no sufrió heridas de consideración porque la ropa de la cama la protegió. Tan sólo tenía algunas contusions en el rostro.

Los inmuebles cercanos a la plaza donde courrió la explosión presentaban un aspecto desolador. La fachada de los edificios más próximos al punto donde estaba el coche bomba, en el principio de la calle Joaquín Costa, quedaron, asimismo, con graves deterioros y todos los cristales destruidos.

Según las primeras estimaciones de los técnicos municipales, varios de los edificios afectados deberán ser "definitivamente desalojados" por sus residentes, ya que están "prácticamente inhabitbles"

El "Edificio Edisón", inmueble de oficinas situado en la confluencia de López de Hoyos con Francisco Silvela, que tiene una fachada completamente de cristal, sólo resultó dañado levemente por la onda expansiva. No obstante, una de sus grandes cristaleras se resquebrajó y los bomberos hubieron de demolerla.

Las casas de la calle Oquendo también resultaron muy dañados. El bar "La Quilla", situado en esta calle, a más de 20 metros del lugar del atentado, sufrió destrozos de gran consideración. Asimismso, una veintena de coches estacionados en las inmediaciones del lugar quedaron total o parcialmente destruidos.