En una declaración conjunta firmada por el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi; la presidenta del Parlamento europeo, Nicole Fontaine; los 15 presidentes de Gobierno de la Unión Europea; algunos efes de Estado y los máximos responsables de la Política Exterior y Policial, se llama a todos los países del mundo, independientemente de sus orígenes, razas o religiones, a buscar soluciones para aquellos conflictos que "sirven como pretexto para cometer actos salvajes".

Consideran que los atentados de Estados Unidos son un "asalto a la Humanidad" que iba dirigido al "corazón de un amigo aliado" con el que la Unión Europea pretendía "construir un mundo mejor". Por eso, reclama la participación de la Naciones Unidas y de las organizaciones internacionales para que la lucha contra el terrorismo se convierta en una "prioridad" de todos.

Lo considera un paso "esencial" para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la estabilidad de las sociedades. Asimismo, apela a las leyes internacionales para capturar a los autores de los atentados, a los organizadores, a los promotores y defensores de éste o cualquier otro acto de terrorismo. "No es tolerable que un país aloje a terroristas", añade.

Por odo ello, anuncia la toma de cuatro decisiones enfocadas a defender la democracia y combatir el terrorismo a escala mundial, trabajar unidos contra estos delitos, crear cuanto antes una Policía de Defensa y Seguridad europea, y acelerar la puesta en marcha del espacio judicial común y la Orden de búsqueda y captura según lo acordado en la Cumbre de Tampere.