Según explicó a Servimedia el subinspector jefe de Extinción, Joaquín Sáez, los elementos de detección de incendios de este tipo de edificios están diseñados para apagar el fuego, al menos parcialmente, y para cortar la propagacin al resto de plantas y a los edificios colindantes.

"Estos edificios", argumentó Saéz, "se proyectan bajo el concepto de que han de ser autorresistentes y tienen que estar autoprotegidos, pero no están preparados para soportar el impacto de un avión de esas dimensiones y a esa velocidad, porque destroza el propio sitema de seguridad".

Los rascacielos que se construyen actualmente cuentan con sistemas que aislan el fuego en las plantas afectadas y con ascensores para uso exclusivo de bomberos. Noobstante, según explicó Sáez, el impacto del avión debió afectar a estos sitemas de aislamiento, por lo que el fuego se propagó por los conductos del edificio en todas las direcciones.

Por último, Sáez expresó su solidaridad con sus compañeros de Nueva York y lamentó la muerte de varios centenares de ellos. "Nosotros habríamos actuado de la misma manera, porque un bombero arriesga su vida para salvar la de los demás", concluyó.