Al parecer dos de los activistas de ETA accionaron el explosivo situado en un coche-bomba aparcado en la calle José Silva, al paso del vehículo de Aznar, desde unos 200 metros de distancia con un dispositivo unido pon un cable a la bomba.

Ambos teroristas fueron vistos huyendo a la carrera desde el lugar del atentado hacia un coche donde les esperaba una tercera persona con el motor en marcha y dipuesto para escapar.

En este atentado los etarras utilizaron dos coches Fiat Uno con matrículas falsas. El utilizado para atentar contra Aznar llevaba la matrícula de un Opel Corsa de Madrid y el segundo, en el que huyeron y que posteriormente explotó también, portaba matrícula de La Coruña.

El coche de José María Aznar iba blindado y equipado co un barredor de frecuencias que interfiere todos los mensajes enviados a través del aire, por lo que un mando a distancia electrónico no habría servido para hacer explotar el coche, según explicaron a Servimedia fuentes de Interior.

Esta dificultad técnica obligó a los terroristas a emplear un cable para conectar el mando a distancia con el explosivo. En el lugar de los hechos la policía ha encontrado restos del cable, que tenía una longitud cercana a los 200 metros.

Según las fuentes consultadas el dispositivo que llevaba instalado el coche del presidente del PP ya es usual en los coches blindados, dato que conocen perfectamente los terroristas.

El barredor de frecuencias actúa en un radio corto alrededor del vehículo blindado, suficiente para interferir cualquier señal electrónica que pudiera enviarse a otro vehículo aparcado cerca, como es el caso de los coches-bomba.

En estos momentos expertos de la policía científica y de los Tedax están analizando con detalle los restos del artefaco y del cable utilizados en el atentado.

Fuentes de Interior confirmaron a esta agencia que el explosivo del coche-bomba estaba compuesto por al menos 25 kilos de amonal o amosal, sustancias utilizadas habitualmente por la banda terrorista ETA.