El secretario general del Partido Popular en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, dijo que el nuevo atentado no tiene ninguna significación plítica, porque los de ETA son unos profesionales del asesinato.

"La línea ETA insta a estar en un pulso constante contra el Gobierno, sea cual sea el color del Gobierno, y lo que hay que contestar desde la serenidad del propio Gobierno y desde la propia sociedad es que usaremos todos los instrumentos legales al alcance de la mano que podamos, como es el cumplimiento de la ley para que ETA no pueda triunfar nunca y no pueda seguir manteniendo este pulso constante contra la democracia española", afirmó. Por su parte, el diputado del PNV Iñaki Anasagasti aseguró que el problema de ETA es parar una máquina de matar que actúa independientemente de quien gobierne.

"Normalmente en todo ese tipo de cosas la gente puede analizar que ETA quiere enviar al nuevo Gobierno su tarjeta de visita. Pero yo creo que ETA no necesita enviar tarjetas de visita, ETA es una máquina que mata y que no tiene el menor sentido. El problema es parar esa máquina; con un Gobierno o con otro Gobierno continúa realizando atentdos", dijo Anasagasti.

Para el PSE-EE, el atentado de Córdoba pone de manifiesto que ETA no cambia su estrategia y busca nuevos escenarios para colocar sus bombas.

"Es el primer atentado después de la toma de posesión del nuevo Gobierno y eso significa que siguen en su línea y que va a seguir atentando", dijo José Luis Marcos Merino, vicesecretario general de los socialistas vizcaínos. "Es imprescindible que de nuevo los demócratas hagamos un esfuerzo para impedir que la banda terrorista pueda seuir cometiendo nuevos atentados".

Agregó que este atentado "tiene una nueva variante y es que hay una ciudad más que se tiñe de sangre por un nuevo atentado de ETA, que es Córdoba".

ETA BUSCA LA EFECTIVIDAD

Según Eusko Alkartasuna (EA), la única novedad en este camino irracional de violencia es que la banda terrorista sólo busca la máxima efectividad con el mínimo riesgo.

"El nuevo atentado no añade tampoco nada desgraciadamente a lo que ha sido los atentados que se han producido en las épcas de otros gobiernos", declaró el portavoz de EA, Rafael Larreina.

Añadió que "este atentado demuestra que han buscado la máxima efectividad con el mínio riesgo. Han ido a una ciudad en la que no se habían producido atentados hasta la fecha y además con el sistema de dejar una bomba en un contenedor".

Desde Izquierda se asegura que al atentado no ayuda a la normalización de Euskadi. "ETA sigue poniendo obstáculos a la pacificación y al diálogo, además en una etapa nueva que se abre después de l contitución de un nuevo Gobierno", destacó José Navas, diputado vasco de IU en el Congreso de los Diputados.

"Una etapa", continuó, "que podría ser interesante para que con planteamientos nuevos todos los grupos sociales y políticos, toda la sociedad en su conjunto, pudiésemos discutir sin ningún tipo de trabas, sin ningún tipo de límite, cuál podría ser la estrategia a diseñar para la normalización de Euskadi y ETA de nuevo tensiona y rompe cualquier posibilidad de acercamiento".

El defensor de Pueblo en Euskadi, Xabier Markiegui, calificó el atentado de brutal conculación de los derechos humanos. Herri Batasuna, por su parte, ha dicho que es una prueba más de la existencia de un conflicto no resuelto.