El Ejecutivo considera que este acto terrorsta no debe ser utilizado con fines electoralistas, porque "uno de los favores que podríamos hacer a los terroristas es darles la impresión de que sus actuaciones criminales favorecen o perjudican a una u otra fuerza política y que pueden ser capaces de determinar los posicionamientos electorales de los ciudadanos".

Según Miguel Gil, es preciso "reforzar la cohesión sin fisuras de los partidos democráticos para contribuir a fortalecer la voluntad de los ciudadanos de convivir en paz".

El Gobiernoestá convencido de la oportunidad de convocar una reunión del pacto antiterrorista de Madrid, para ofrecer "a los violentos una imagen clara de consenso de todas fuerzas políticas democráticas en la lucha contra el terrorismo".

Según Enrique Guerrero, secretario general de Relaciones con las Cortes, "el objetivo político de esa propuesta es demostrar que cualquier atentado contra las bases de la democracia -y atentar contra quien encarna la alternativa política es atentar contra ellas- encontrará de mnera inmediata una respuesta: que la democracia no admite retos y expresa la voluntad prácticamente unánime de los ciudadanos españoles ante los violentos, que son una exigua minoría".

Sobre la actitud mantenida por el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, tras el atentado, Guerrero dijo que "si su reflexión va dirigida hacia esa respuesta unitaria, a la visualización de que sólo existen dos campos, el de los demócratas y el de los totalitarios, será una reflexión positiva".

La semana pasada el miistro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, mantuvo contactos con todos los grupos políticos para convocar el pacto de Madrid. Esas conversaciones proseguirán la próxima semana.