Gil Lázaro recabó de todas las fuerzas políticas y de la ciudadanía "la máxima serenidad y unidad, y el mayor respaldo a la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

Insistió en que ETA "ha vueto a demostrar que no es más que una organización criminal sin más propósito que matar y ajena por completo al deseo de paz que le exige la sociedad vasca y la española".

El dirigente del PP concluyó que "ningún criminal, por mucho dolor que cause, va a lograr quebrar las reglas de la democracia ni quebrar el Estado de derecho".