El jefe del Gobierno gallego también difunió una declaración en la que estima que "la muerte criminal de Gregorio Ordóñez representa algo más que una noticia desgraciada del combate sin piedad de los terroristas".

A juicio de Fraga, "con Ordoñez ha muerto el símbolo vivo de una juventud generosa, cien por cien vasca y española, animosa y esforzada, luchadora por la paz, por el orden, por la moral pública, por el futuro de San Sebastián, de Guipúzcoa, del País Vasco, de España, de una Europa solidaria".

En la misma declaración, apostó porque la desaparición de Gregorio Ordóñez no sea intimidación, sino "estímulo para multitudes crecientes de jóvenes generosos dispuestos a sacar a España de su dramática y desesperanzada situación presente".

Manuel Fraga concluyó su declaración deseando que "descanse en paz y que su sangre valiente y generosa sea semilla de ese valor, de esa seriedad y esa honradez que tanto necesitamos".

Finalmente, señaló que toda la sociedad de España y todos sus pueblos deben reaccionar de un modo unánime. "El errorismo debe ser perseguido hasta su total desaparición".