La senadora Inmaculada Boneta advirtió que "no queremos construir una Euskadi cimentada en sangre, sino con la base más fuerte que legitima a las naciones democráticas: el respeto a los derechos y libertades más básicos de as personas".

En su opinión, "cualquier otra estrategia no sólo daña a las víctimas y a sus familiares, sino a toda la sociedad, que ha reiterado en numerosas ocasiones su deseo de convivir en paz".