Sin embargo, durante su discurso de clausura en la Asamblea General de la organización, Amor admitió que el Estatuto que aprobará el Ejecutivo "no es el que nos gustaría, pero tenemos que ser consecuentes y supone un avance".

El texto final "se parece poco a aquel informe de la comisión de expertos" que sirvió de base para la negociación del Estatuto, "pero todavía hay tiempo para que la ley final recoja nuestras viejas reivindicaciones".

"Le falta contenido social", lamentó Amor, "pero tocaremos todos los hilos en el Congreso y en el Senado para que el Estatuto equipare, de una vez por todas, la acción protectora entre el Régimen General (de la Seguridad Social) y el Régimen de Autónomos", como recomendaba, en 1995, el Pacto de Toledo.

"No pedimos que se nos regale nada", indicó el presidente de ATA, "sólo queremos equiparación. Pedir la jubilación anticipada en los mismos términos que un trabajador asalariado, la inclusión de los familiares de autónomos en el Régimen General, que se pueda cotizar a tiempo parcial y que se cree un fondo, definitivo, para cubrir las situaciones de cese de actividad de los autónomos".

"No es pedir ningún regalo. Es pedir algo que es de justicia, de equidad y de sentido común", prosiguió Amor, quien defendió que sería "algo necesario para que los autónomos sigamos siendo fuente de generación de empleo, de generación de riqueza y de cohesión social".

"Que no vengan los agoreros con la cantinela del fraude. Estamos hartos de que por unos pocos pícaros se tache a todo el colectivo de defraudadores y se nos nieguen unos derechos", concluyó Amor, quien equiparó esta situación con el hecho de que se insultara a todos los alcaldes de España por haber "unos pocos alcaldes corruptos".