Los restos fueron localizados por un perro adiestrado de la Guardia Civil, Cuerpo que desde hace varios meses buscaba a este hombre después de que el pasdo mes de junio su familia presentase una denunciapor su desaparición.

El cadaver, completamente descuartizado, se encontraba envuelto en cuatro grandes bolsas de plástico enterradas en un pequeño huerto situado en la parte posterior de la casa y cubiertas por una capa de cemento.

La Guardia Civil había centrado sus investigaciones en las inmediaciones del domicilio, ya que sospechaba que su compañera sentimental, Filmena Antuña, de 69 años, podía estar relacionada con su desaparición, por lo que tras el hallazgo del cadaver fue interrogada por os agentes.

Rosalino Gutiérrez estaba separado de su mujer, tenía nueve hijos y desde hace nueve años convivía con Filomena Antuña. Su desaparición fue denunciada por uno de sus hermanos el pasado mes de junio, aunque, según la familia, desde el mes de marzo no habían vuelto a saber nada de él.

Filomena Antuña, por su parte, aseguró a los vecinos de la localidad que su compañero se había ido una tarde con toda normalidad y no había vuelto a saber nada de él, manteniendo que podía haberse ido a viir con otra mujer.

Asimismo, dijo que la causa de que se hubiese vuelto a ver a Rosalino Gutiérrez por los bares de la localidad, tal como solía hacer, se debía a que tenía cirrosis y había dejado de beber.