ASTROFISICOS RUSOS ASEGURAN HABERSE ADELANTADO A LOS AMERICANOS EN LOS ESTUDIOS SOBRE LA RADIACION E FONDO
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Tres meses antes de que los científicos estadounidenses dieran a conocer los resultados aportados por el satélite COBE sobre la radiación de fondo de microondas, que aportan datos sobre la edad del Universo, investigadores de la Academia de Ciencias de Rusia habían obtenido resultados parecidos procedentes del satélite Relikt I.
Así lo aseguró a Servimedia un discípulo español del científico Mijail V. Sazhin, teórico del grupo que etudia los resultados del citado satélite y que imparte clases de Cosmología en la Universidad de Lomonosov.
Esta información es aceptada con reservas por los investigadores estadounidenses, según pudo comprobar esta agencia al consultar a Charles Bennett, miembro del equipo de astrofísicos americanos que obtuvo los resultados sobre el resplandor del Big Bang, que permanece en forma de radiaciones microondas que han bañado al Universo durante miles de millones de años.
Bennett, que ha participado urante estos días en un curso sobre "Los confines del universo" en la Universidad de Verano de El Escorial, dijo que "los resultados que ellos (los rusos) han obtenido no concuerdan con los nuestros y creo que están equivocados".
ENERO DE 1992
Según el discípulo de Sazhin en la Universidad de Lomonosov, en enero de este año el equipo de científicos que trabajaban con el satélite Relickt, dirigido por el científico Strúkov de la Academia de Ciencias de Rusia, presentó los resultados aportados por el itado satélite en un seminario científico que tuvo lugar en el Instituto Astronómico Stenberg, de Moscú.
A pesar de que Bennett subrayó que los rusos han tardado tiempo en presentar sus resultados oficialmente, paralelamente a la difusión de esta investigación en el seminario de Moscú dos revistas científicas, la británica "Monthly Notices of the Royal Astronomical Society" y la rusa "Pis'Ma V Astronomichesky Zhurnal", recibieron sendos artículos firmados por los científicos Strúkov, Skulachov, Briujáov y Sazhin, en los que exponían resultados similares a los descubiertos por el equipo dirigido por George Smoot.
Este es el trámite habitual que la comunidad científica mundial tiene establecido para dar a conocer sus investigaciones: deben ser presentadas en seminarios, sociedades o congresos científicos y enviar los resultados para su publicación a revistas científicas acreditadas.
Así, mientras el artículo de los científicos rusos estaba siendo estudiado por la citada revista británica para s publicación, los investigadores norteamericanos presentaron en la Sociedad Física Americana los resultados obtenidos por el satélite COBE.
Sin embargo, los americanos, al mismo tiempo que enviaron sus investigaciones a la revista estadounidense "The Astrophysical Journal", la más importante para los profesionales de este campo, optaron también por presentarlos en una rueda de prensa para darles mayor publicidad el pasado mes de abril, lo que les permitió aparecer en todos los medios de comunicación cn un descubrimiento que muchos consideraron merecedor del Premio Nobel.
Los rusos, no acostumbrados a este tipo de presentaciones publicitarias, insisten en que las conclusiones de ambos experimentos son probablemente las mismas, aunque hay una ligera variación de los resultados numéricos que pueden atribuirse a las diferentes condiciones de observación y a la tecnología utilizada, dijo el discípulo de Sazhin.
Por el contrario, el científico Bennett dijo a esta agencia que "nuestro experimento esmucho más sensible, los resultados son distintos y creo que los obtenidos por ellos están equivocados".
Bennett añadió que no conocía bien el experimento ruso porque no había tenido acceso a los datos hasta muy recientemente, ya que los rusos no los habían presentado oficialmente.
Sin embargo, según el estudiante de Lomonosov, Sazhin y Strúkov, en una reunión en el Instituto Lebedev de la Academia de Ciencias, se quejaron de la actitud de secretismo mantenida por los americanos, que contrasta conel comportamiento de "glasnost" científico de su equipo, el cual ha enviado a los estadounidenses en repetidas ocasiones los resultados parciales de sus investigaciones.
El satélite Relickt, que fue puesto en órbita en 1983, estaba dedicado a otros fines distintos de la astronomía, pero los astrofísicos consiguieron instalar un aparato para realizar las investigaciones que revelaron la existencia de levísimas ondulaciones (de una parte de un millón) en el eco del Big Bang a 15.000 millones de años luz
Esta infraestructura, unida a la penuria de medios técnicos e informáticos, ha dificultado el tratamiento de los datos, afirman los rusos, que debido a la falta de presupuesto no han podido lanzar aún el segundo satélite Relickt, aunque el Gobierno ruso les ha prometido el apoyo necesario para hacerlo.
(SERVIMEDIA)
12 Ago 1992
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