Según indican estas asociaciones, Belhadj fue quien alquiló el piso de Leganés en el que se inmolaron los autores materiales de los ataques y huyó de Madrid junto al también imputado Mohamed Afalah, primero a Barcelona y luego a Bélgica, donde las fuerzas policiales españolas perdieron su rastro.

Las víctimas quieren que Mohamed Belhadj sea juzgado en España. No obstante, teniendo en cuenta la habitual negativa de Marruecos a extraditar a ciudadanos de su país, pedirán, en su defecto, la entrega temporal Belhadj para que sea interrogado en España no sólo por las instancias judiciales, sino por las acusaciones.

Si esto no fuera posible, y como último recurso, pedirán que se presente una denuncia contra el detenido para que sea juzgado en Marruecos y no quede impune por su implicación en el 11-M.