Esta remodelación, reivindicada por los vecinos desde hace años, fue finalmente acordada en el convenio que firmaron en 1991 el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) y la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV).

Desde entonces, según fuentes de la plataforma, a pesar de las manifestaciones hechas por Alvarez del Manzano durante la campaña electoral a distintos medios de comunicación, "el Ayuntamiento ha sido incapaz de cuatificar el coste de las nuevas viviendas".

Las asociaciones vecinales consideran poco serio que un organismo como la EMV varíe continuamente el cálculo económico, para proponer finalmente una cantidad que perjudica seriamente a los vecinos, pues muchos residentes son jubilados o próximos a jubilarse, con lo cual no podrán acceder a las nuevas viviendas.

La Plataforma Unitaria de Vallecas denunció además que la "falta de formalidad y el electoralismo municipal" pueden retrasar los trabajos prevists, cuando el estado ruinoso de las viviendas los hace urgentes.