En esta edición, el premio, que tiene una dotación económica de 150.000 pestas, ha recaído en la Asociación de Vecinos de San Fermín por las actividades realizadas por esta entidad durante 1991, dirigidas a establecer mecanismos que rompan con el aislamiento físico y social del barrio.

Así, el jurado, compuesto por periodistas de varios medios de comunicación madrileños y personas conocedoras de los movimientos sociales, han valorado la labor de reinserción llevada a cabo por la asociación veinal, creando un proyecto de huerto-escuela, incluído en el programa IMI, que cuenta con 20 alumnos jóvenes del barrio.

Asímismo, ha sido tenido en cuenta la elaboración de un plan social, en cuya defensa numerosos vecinos del barrio protagonizaron una semana de encierros en el centro cívico.

Otro de los aspectos considerados para la concesión del premio ha sido las movilizaciones ciudadanas realizadas por la asociación para acabar con el aislamiento físico del barrio, exigiendo la incorporación e líneas de la EMT.

A juicio del jurado, estas actividades tienen una mayor dimensión en el contexto de las "movilizaciones insolidarias" de Villaverde Bajo-Perales del Río, ya que los vecinos supieron resistir a los requerimientos de incorporarse a esas manifestaciones opuestas al realojamiento de la población gitana.

El segundo galardón de este certámen, dotado con 50.000 pesetas, ha recaído en la Plataforma Salvemos la Casa de Campo, como reconocimiento a su labor para la defensa y recuperació de esa zona verde de la capital.

Junto a estas entidades, otras candidaturas que concurrieron en el premio fueron la Federación de Asociaciones para el Desarrollo Comunitario de Vallekas (Fedekas) y la Asociación de Inquilinos de Madrid.