Josep María Canyelles dijo, antes de comparecer a puerta cerrada en la subcomisión, que "es interesante" que la Administración Pública se preocupe por las prácticas de Responsabilidad Social Corportiva (RSC) y las impulse con la participación de todos los interlocutores.

"Sería preocupante que lo hubiera hecho sin tener en cuenta la opinión de las distintas partes", indicó, ya que se trata de un asunto basado "en la relación entre las partes".

Por otro lado, Canyelles explicó que la RSC "va ser muy efectiva para trabajar por los derechos", ya que para solucionar problemas complejos de la sociedad es necesario que haya "muchos impulsos" que ayuden a solucionarlos.

El representante de ANUE reconoció que "es un gran reto" controlar a las multinacionales, porque no sería correcto que la RSC, que "debe ser voluntaria", no tuviera mecanismos adecuados para verificar las actuaciones de las empresas.

Si no hay control, añadió Canyelles, "habría empresas que se autocolgarían medallas que no le cerresponderían", lo que "llevaría al traste" la creación de marcos de confianza a través de la transparencia.