El pasado mes de septiembre, el secretario de Estado para las Políticas del Agua y el Medio Ambiente, Vicente Albero, anunció la intención del Ejecutivo de elaborar una norma que obligue a las industrias y comercios que producen y venden envaes de vidrio, aluminio, hojalata y plástico a organizar su recogida.

Los ciudadanos recibirían el valor que el Gobierno asignara a cada envase cuando los devolvieran en el lugar que realizaron la compra.

Sin embargo, Francisco Chacón asegura en un artículo que firma en la revista "Código 84" que la propuesta es inviable, porque, a su juicio, se aparta de la nueva directiva comunitaria y supondría una gran complejidad administrativa y logística, lo cual acarrearía unos coste excesivamente altos paa la economía y unos efectos inflacionistas.

Nuestro país produce más de 40.000 millones de unidades de envases para alimentación al año, 20.000 millones de envases de vidrio, unos 2.000 millones de hojalata y aluminio, 18.000 milllones de bolsas de plástico y unos 30 millones de neumáticos.

Según datos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, los envases suponen el 40 por ciento del volumen total de residuos sólidos urbanos que produce España anualmente.

Para intentar acabar con los roblemas que genera la gestión de este tipo de basuras, la Comisión de la CE aprobó el pasado 15 de julio el nuevo proyecto de directiva sobre envases y residuos de envases, que establece como objetivo desviar de los vertederos en un plazo máximo de 10 años el 90 por ciento de los envases, y dentro de ese porcentaje reciclar el 60 por ciento e incinerar el 30 por ciento.