Fuentes jurídicas informaron de que así lo aseguró Álvarez en la declaración que tuvo esta jornada ante el titular del juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, que investiga a Gómez por los delitos de tráfico de influencias, apropiación indebida, intrusismo profesional y malversación de fondos públicos.

En una declaración de algo menos de una hora, la empleada de Moncloa señaló que fue contratada en junio de 2018 como ayudante de la mujer de Sánchez para llevarle la agenda personal y profesional. Indicó que es un puesto de confianza de la investigada y por el que cobra 49.000 euros al año.

La asesora también fue preguntada por los correos electrónicos en los que pide a empresas que sigan como patrocinadores de la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) de la UCM. Reconoció estas gestiones, pero afirmó que eran un “favor” puesto que es “amiga” de la mujer del presidente.

RECADOS DE LA COMPLUTENSE

En cuanto a otras labores relacionadas con la cátedra, apuntó que el exvicerrector de Relaciones Institucionales de la UCM Juan Carlos Doadrio le daba recados para la encausada referidos a esta actividad docente. Señaló que le remitían estos mensajes cuando la mujer del jefe del Ejecutivo estaba de viaje oficial o debía atender otros asuntos.

Explicó que le daban estos recados porque ella llevaba la agenda de Gómez, ya que la cátedra tenía su coordinadora, que era Blanca de Juan. Según la compareciente, ella estaba al tanto porque llevaba la agenda de Gómez y la incluyeron en una lista de correo electrónico sobre esta cátedra.

Señaló que intentó que la quitaran de esta lista de correo, puesto que a ella no le interesaba el contenido y sólo lo consultaba para hacer la agenda oficial de la mujer del presidente, que es su trabajo en Moncloa. Además, dijo no conocer ni haberse reunido con el rector de la UCM, Joaquín Goyache.

En cuanto a si ha estado en otras reuniones sobre la actividad profesional de Gómez, indicó que puede haber acudido a alguna entrevista por petición de la investigada, pero dentro de su cometido oficial de llevarle la agenda.