A través de un comunicado, ASIGC informó de que los fallecidos utilizaron no una estufa convencional de las usadas para uso doméstico, sino una de las que tienen "forma de lámpara" y se cuelgan del techo en las granjas animales.

"En ningún momento", señalaron estos guardias civiles, "se podía haber autorizado, y era obligación de los responsables impedirlo, que este tipo de lámparas de gas butano se pudieran trasladar a una habitación y colgarla desde el techo para que emitiera calor, cerrando la habitación con 18 personas dentro".

Añadieron que cuando este tipo de dispositivos consumen el oxígeno, de manera que cuando el fuego se apaga empiezan a expulsar gas. "Tal negligencia no puede pasar desapercibida y por lo tanto la responsabilidad civil de los arrendadores y del Ayuntamiento, que no veló por la seguridad en su establecimiento, con carácter previo al suceso, no puede dejar de investigarse".

Al mismo tiempo, ASIGC indicó que también debe investigarse si la celebración de una fiesta con más de 70 en la casa rural donde ocurrió la tragedia ha podido suponer una violación de la Ley de Establecimientos y Espectáculos Públicos, por cuyo cumplimiento debía haber velado el Gobierno valenciano.