UN ASESOR DE ZAPATERO SUGIERE REFORMAS ELECTORALES PARA AGILIZAR EL PARLAMENTO Y REFORZAR EL PAPEL DE LOS DIPUTADOS
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Enrique Guerrero Salom, uno de los asesores más cercanos al presidente del Gobierno, ha presentado un documento para debate público en el que sugiere varias modificaciones legales de todo tipo, entre ellas del régimen electoral, para agilizar el Parlamento y reforzar las competencias de los diputados y senadores.
Guerrero Salom es doctor en Ciencias Políticas, ha desempeñado varios cargos en anteriores gobiernos socialistas y actualmente es director adjunto del Gabinete de la Presidencia del Gobierno.
Su último trabajo publicado es un documento de 42 páginas presentado por encargo a la Fundación Alternativas, afín al PSOE, titulado "Reformas para revitalizar el Parlamento español" y en el que empezó a trabajar antes de que los socialistas ganaran las últimas elecciones generales.
Muchas de las reformas sugeridas por él están contenidas en el programa electoral del PSOE y, de hecho, conforman el paquete de modificaciones defendido por el presidente, incluida la reforma del Senado sobre la que se debatió en el último Debate sobre el Estado de las Autonomías.
Su análisis parte de la base de que el Parlamento padece serias deficiencias en su funcionamiento y sigue siendo una institución de corte decimonónico que no se ha adaptado a la evolución política y social como sí lo ha hecho, por ejemplo, la estructura del poder ejecutivo.
Un primer capítulo de reformas sugeridas son las electorales para solventar "los costes" que tiene el actual sistema y que se sintetizan en la sobrerrepresentación de provincias con escasa población o la subrepresentación de partidos que dispersan sus votos por todo el territorio nacional.
Guerrero considera que una vía de mejora sería incrementar la proporcionalidad, lo que se podría lograr de dos formas: aumentando de 350 a 400 el número de diputados (límite permitido por la Constitución) o reduciendo de dos a uno el mínimo de cada circunscripción.
Reconoce, sin embargo, que esa reforma es complicada por la resistencia de las circunscripciones pequeñas y también por las reservas de los dos grandes partidos.
Más facilidad presenta, en su opinión, la posibilidad de desbloquear "moderadamente" las listas electorales, dando a los ciudadanos la capacidad de "premiar o castigar" a algunos integrantes de la candidatura.
También sugiere modificar la legislación electoral para permitir que las campañas sean más útiles y dinámicas. Ante la imposibilidad de "obligar" a los candidatos a debatir en los medios de comunicación, baraja diversas alternativas paraincentivar esas citas, por ejemplo, vincularlas a una determinada cuota de financiación de la campaña. NEUTRALIDAD DE LOS PRESIDENTES
Uno de los objetivos es reforzar el papel individual de los parlamentarios, regulando, por ejemplo, la posibilidad de que puedan intervenir en los grandes debates al margen del portavoz de su grupo.
La creación de la figura del "parlamentario no inscrito" castigaría el transfuguismo, añade Guerrero, ya que el diputado que abandone su grupo no podría beneficiarse de la estructura de ningún otro.
Guerrero recoge también el compromiso del ahora presidente de aprobar un estatuto de neutralidad de los presidentes del Congreso y del Senado para que su función vaya más allá de las reglamentarias y sean realmente generadores de consenso parlamentario.
Para reforzar el debate puramente político, propone que toda ley tenga un gran debate no vinculado, como ahora, a la existencia de una enmienda de totalidad, y que la gestión de las enmiendas más técnicas se reserve a la fase de ponencia y comisión.
En cuanto a la función de control al Gobierno, Guerrero plantea poner la mayor parte de las preguntas al presidente en manos de grupos distintos al que le apoya y ampliar el plazo para presentarlas hasta dos o tres horas antes de comenzar el debate, permitiendo así una mayor actualidad.
Se permitirían las interpelaciones al presidente, aunque no serían todas las semanas, y las mociones se debatirían en el mismo pleno que la interpelación de la que proceden para no aplazar su debate una semana, como sucede en la actualidad.
La creación de las comisiones de investigación sería más fácil y sólo podría ser impedida por una mayoría absoluta. En caso de que esa mayoría estuviera en manos de un solo grupo, haría falta el respaldo de otro.
Recupera, también, el compromiso del PSOE de crear en el Parlamento una Oficina Presupuestaria que facilite información a los diputados sobre la ejecución de las cuentas públicas.
Algunas de estas iniciativas se están poniendo ya en marcha por la vía de los hechos, pero Guerrero aboga claramente por regularlas mediante las modificaciones legales oportunas.
Reconoce, sin embargo, que el actual clima político no parece propicio para la voluntad de acuerdo necesaria entre los dos grandes partidos. Su documento defiende también la reforma del Senado, ante la que los socialistas ven al PP claramente reacio.
(SERVIMEDIA)
10 Nov 2005
CLC