EL ASESINO DE ANA MARIA JEREZ DEBIO SER ALGUIEN CONOCIDO, SEGUN SUS PADRES
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Los padres de la niña onubense Ana María Jerez Cano, José María y Adoración han coincidido en asegurar esta mañana ante el juez de la Audiencia Provincial de Huelva que su hija era "muy extrovertida, aunque no se iba con alguien que no conociese", y añadieron que el autor de la violación y asesinato de la pequeña "debió ser alguien conocido porque era, además, una niña muy miedosa".
Los padres de Ana María Jerez señalaron también que siempre tuvieron "bastante precaución e no dejar a nuestros hijos solos". Adoración Cano apuntó que en la tarde en que su hija desapareció dio permiso a Ana María para salir de casa, "porque dijo que iría a la casa de su amiguita Raquel", en alusión a la sobrina del procesado, José Franco de la Cruz.
En la segunda mañana de esta vista oral también han prestado declaración hoy cuatro jóvenes con los que el detenido, José Franco de la Cruz, había quedado para jugar al futbito.
Según manifestaron, "Pepe el Boca" no apareció a la hora pacada el día 16 de febrero de 1991, cuando desapareció la niña, sino que llegó al lugar de la cita una hora más tarde.
Adoración Cano dijo que su hija salió ese día a las cinco de la tarde en busca de Raquel, mientras que según estos jóvenes, José Franco de la Cruz fue visto por ellos a las 17,30 horas, por lo que se cree que, en caso de ser el culpable el actual procesado, tuvo que cometer los hechos en ese intervalo de tiempo, dado que la niña no fue vista ya más con vida.
José Franco, que declar en la primera jornada de juicio, acusó ayer a la policía y al juez de imputarle la violación y asesinato de Ana María Jérez, niña a la que dijo no conocer.
El fiscal y la acusación particular coinciden en su petición, dentro de sus conclusiones provisionales, de 44 años de prisión y un posterior destierro de 6 años para José Franco, mientras que la defensa solicita la libre absolución para su patrocinado.
El juicio, que en un principio está previsto que se prolongue hasta mediados de la próxima emana, continuará mañana jueves con la declaración de otros siete testigos.
Los vecinos de la calle onubense de Isla Cristina, donde vivía "Pepe el Boca" en el domicilio paterno, se dividen entre los que conocían al detenido como "alguien violento y agresivo que incluso mantenía peleas con sus propios padres", y los que aseguran que "nos parecía una persona normal, aunque se veía que trabajaba poco y bebía mucho", según señalaron a Servimedia.
(SERVIMEDIA)
13 Ene 1993
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