"Este caso, como tantos otros, son hechos puntuales pero que sí nos están dando un diagnóstico de una sociedad que a veces se hace psicopática, con gran dureza emocional y desensibilización", explicó Urra.

A su juicio, es necesario hacer un análisis de lo que está ocurriendo, que, en su opinión, tiene mucho que ver con la filosofía del "dejar hacer" que los padres han empleado para convivir con los hijos. "Eso es terrible, porque los padres tienen que poner límites y decir 'no' en ocasiones", firmó.

Además, señaló que va a hacer falta retomar palabras como caridad, perdón, sentimiento y respeto, a uno mismo y a los demás. "Que sepan amar a los animales, la naturaleza; que conozcan el dolor de otros niños que sufren, la solidaridad de la gente que lucha por defender a otros y que valoren la vida".

Todo ello, añadió, es labor de los padres, de los maestros -que a veces están desbordados y tiran la toalla- y también de quien hoy educa, que son los videojuegos, los libros y la propia teleisión.

Por último, advirtió de que no se debe trasladar la idea de asesinos natos, de gente que nace para matar. "No es verdad. Depende mucho de todo el entorno y no hay más secreto ni más solución que una buena educación. Que no se busque otro tipo de soluciones, que no las hay. Es educar en todos los ámbitos", concluyó.