Ls tres desconocidos instaron a los ocupantes de la vivienda, situada en los bajos del número 245 de la calle Padilla, cerca de la Sagrada Familia, a que abrieran la puerta tras hacerse pasar por policías. Los hechos sucedieron sobre las 10 de la mañana.

Uno de los encapuchados disparó al guineano cuando este abrió la puerta pidiendo el mandamiento judicial y posteriormente se dio a la fuga junto con sus acompañantes. La víctima murió en el acto, añadieron las mismas fuentes.

Anssu Seidi compartíala vivienda junto con otro guinenano y un ciudadano portugués desde hacía más de dos años.

Según el testimonio de uno de los vecinos del inmueble, uno de los compañeros de piso de la víctima había tenido problemas con la Policía hace algún tiempo.

La Policía no descarta ninguna hipótesis sobre el móvil del asesinato e investiga en diversas direcciones.