Gómez Pintado considera que en el aumento del negocio influye, además de la amplia gama de servicios del grupo, la reducción del 50% en el índice de siniestralidad registrad por los asegurados, como consecuencia de los cursos de formación para automovilistas que imparte la Escuela de Conducción de Otaysa.

Recientemente, Otaysa ha alcanzado un acuerdo con la ONCE, mediante el cual la organización de ciegos ha cedido al grupo unos terrenos que poseía en la localidad madrileña de Brunete, que servirán de sede al nuevo centro.

El presidente de Otaysa explicó que los cursos se inician con un test de quince minutos en el que los jóvenes deben responder a preguntas relacioadas con el tiempo que llevan conduciendo, el mantenimiento de su coche, primeros auxilios, etcétera.

"La primera prueba que les proponemos es que salgan del garaje", comentó Gómez Pintado, "y si pueden salir es una buena cosa". El curso continúa con un recorrido por la M-30 en compañía de un monitor para comprobar cómo se desenvuelven los jóvenes detrás del volante y se completa en el centro de Brunete.

Según el presidente de Otaysa, una de las grandes novedades del seguro que se les hace a los ntegrantes de estos cursos es la Póliza T. El solicitante del curso firma dos contratos, uno con el grupo y otro con la aseguradora, de tal manera que ésta recibe su prima y al cliente se le retiene un total de 25.000 pesetas, que le son devueltas al finalizar las clases.

"Para nosotros, está claro que la gente joven no te da su tiempo, sino su dinero, porque nosotros al principio les cobrábamos 25.000 pesetas para los gastos del curso, pero los pagaban y no venían, por lo que la siniestralidad no se umplía", concluyó Gómez Pintado.