La autorización supone la desaparición de la sociedad anónima española Van Calcar, que venía operando en España desde 1988, para convertirse en sucursal de la matriz holandesa Nowm, que se hace cargo de la cartera y de todos los compromisos asumidos, aunque su denominación en Epaña continuará siendo la de Van Calcar.

"Con ello conseguimos que, a efectos de solvencia, se considere todo el patrimonio del grupo en la Unión Europea, en lugar del patrimonio de la sociedad española", asegura Koop, "lo que redunda en beneficio del asegurado español".

En este momento, hay más de un centenar de compañías de seguros extranjeras que se han dirigido a la DGS para manifestar su interés por operar en nuestro país en este regimen.

Esta nueva posibilidad, que existe desde la promlgación de la nueva Ley del Seguro Privado, al trasponer a nuestro ordenamiento la normativa comunitaria en esta materia, abre la posibilidad de que cualquier aseguradora que esté legalmente constituida en un país miembro pueda operar en el resto de los países de la UE, sin necesidad de crear nuevas filiales locales.

Su actuación está sometida en los aspectos comerciales y técnicos a las autoridades de supervisión locales. Sin embargo, el control de la solvencia queda en manos de las autoridades del pís de origen.

Van Calcar obtuvo en 1995 una facturación en primas de 1.200 millones de pesetas, y estima un crecimiento del orden del 15% para 1996.