Esta iniciativa legislativa es la primera que ejerce la Ciudad Autónoma tras la puesta en marcha del Estatuto de Autonomía, el pasado mes de marzo, y pretende el reconocimiento de una fiscalidad especial para Melilla.

El Parlamento melillense basa la petición de una fiscalidad especial "atendiendo a la situación geográfica de la ciudad, estrechada entre las fronteras terrestres del Reinode Marruecos y el mar que la separar de la Península Ibérica, a la vez que asentada en un muy reducido espacio territorial".

El Gobierno autónomo argumenta que Melilla carece de agricultura y materias primas, su industria es insignificante y el turismo se ve frenado por los precios del transporte.

"El abastecimiento de sus habitantes, dependiente en gran medida de la península, se encarece gravemente por el transporte y por la existencia del arbitrio de importación, indispensable, por otra parte,para el mantenimiento de la hacienda local", indicaron fuentes del Gobierno de la ciudad norteafricana.

Por todo ello, los parlamentarios melillenses estiman que es necesario que el Congreso apruebe esta proposición de ley, basándose en las circunstancias políticas, históricas, geográficas, económicas y sociales, que serviría para regular la vida económica de la ciudad en los próximos años, considerando que "Melilla es una ciudad con alto índice del coste de la vida y con una tasa de desempleo muy suprior a la media nacional".