Según ha comunidado el servicio de información de la ONU, el nuevo consejo contará con 47 miembros elegidos por mayoría, que podrán suspender a un país que cometa violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos.

Sólo Estados Unidos, Israel, Palau y las Islas Marshall se mostraron contrarios al texto. Las abstenciones vinieron de la mano de Irán, Belarús y Venezuela.

El presidente de la Asamblea, Jan Eliasson, recordó antes de la votación que este texto es fruto de intensos debates desarrollados durante meses, así como del "esfuerzo intelectual y aspiraciones generales" de la comunidad internacional.

Eliasson también señaló que la resolución es fruto de un compromiso, por lo que "ninguna de sus partes se puede sumar o sustraer por sí sola sin perjudicar el equilibrio, fuerza y viabilidad" de la totalidad.

Por su parte, y a pesar del voto negativo, el representante de Estados Unidos, John Bolton, expresó su escepticismo sobre el futuro Consejo de Derechos Humanos, pero se comprometió a cooperar con otros Estados miembros para fortalecerlo y hacerlo todo lo eficaz posible.

Según la ONU, Cuba criticó el texto de la resolución, pero votó a favor en aras de la unidad, mientras que Venezuela expresó numerosas objeciones pero no quiso emitir un voto contrario para no quedar en la minoría integrada por Estados Unidos.