Los parlamentarios han pedido al Consejo de Europa que elabore una convención internacional que contemple la utilización de materia viva en todo el mundo.

La Asamblea también ha pedido al Comité de Bioética del Consejo de Europa trabajar junto con otras organizaciones iternacionales para determinar si los nuevos avances médicos y biotecnológicos están en línea con los principios éticos fundamentales de los derechos humanos y la dignidad humana. Con esto se pretende limitar el uso comercial del cuerpo humano y que los genes se utilicen para avances legítimos en los cuidados de la salud.

La petición de la Asamblea parte de la propuesta del parlamentario francés Jean François Mattei y el alemán Wolfgang Wodarg, que advierten del monopolio que tienen ya algunas compañía estadounidenses sobre las mujeres, al haber patentado las secuencias del gen humano para los genes del cáncer de mama.