En una declaración, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y sus obispos auxiliares mostraron su "condena más absoluta de toda acción terrorista y singularmente de este atentado, que ha llenado de preocupación y dolor el final del año madrileño".

"De nuevo se ha quebrantado el sagrado mandamiento divino de '¡No matarás', ofendiendo gravísimamente a Dios y pisoteando la dignidad sagrada del hombre", señala la nota.

El prelado madrileño recuerda la reciente instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal que señaló que el terrorismo no produce sólo daños materiales y desgracias personales y familiares, "sino que genera también en la sociedad un grave deterioro moral".

La declaración llama a toda la comunidad diocesana a que rece por la consecución de la paz en España y el cese del terrorismo.