"Ni siquiera se han dignado a quedarse con una copia de las solicitudes, ni mucho menos a devolvernos un original sellado por el arzobispado como prueba de haber sido entregados, no de que aceptan o comparten lo dicho en tales documentos, sino siquiera de que los reciben", denunció COGAM en una nota de prensa.

Los organizadores de la campaña Apostasía 2005 expresaron su "asombro ante este hecho sin precedentes: que una institución abierta al público se niegue a recibir a sus propios miembros (puesto que no nos dejan borrarnos) para hacer entrega de una solicitud de baja".

Las citadas organizaciones anunciaron que, "ante este atropello, tomaremos todas las medidas pertinentes, especialmente las judiciales que un Estado laico pone a nuestra disposición y que se sumarán a las acciones legales ya emprendidas por la ausencia de respuesta a las solicitudes entregadas y aceptadas el año pasado".