A juicio de la Ejecutiva del PSE-EE, lo que necesita este país es "construir un marco de confianza y estabilidad que atraiga nuevos inversores y posibilite la creación de empleo y de riqueza. El único destino posible de los vascos, según los socialistas, es "vivir en autonomía", ya que "cualquier otra pretensión nos conduciría al desastre, a la inseguirdad permanente y al fracaso".

El Estatuto de Autonomía es, para los socialistas, una fórmula eficaz y moderna de formular la voluntad de autogobierno del pueblo vasco. El PSE-EE considera que con las palabras de Arzalluz y Ardanza, "lo único que hacemos es caminar en sentido contrario y seguir en un horizonte plagado de ambigüedades y de resgos para el desarrollo económico de Euskadi".

El desarrollo estutario y la culminación de sus potencialidades son "incompatibles radicalmente con la defensa de cualquier otro modelo político", aseguran los socialistas vascos, a quienes les parece contradictoria y desleal la postura nacionalista. La Ejecutiva socialista considera necesario que los ciudadanos conozcan "el modelo que defiende Ardanza para Euskadi".